Primer reto: la importancia de la Educación Ambiental donde tratamos de transmitir conocimientos y respeto a la protección de nuestro entorno natural, generar hábitos y conductas responsables con el Medio Ambiente.
Segundo reto: utilizar la tecnología como aliado imprescindible para el cumplimiento de los O.D.S.
Tercer reto: Involucrarse en la resolución de problemas y tomar medidas para mejorar el medio ambiente y tener actitudes cada vez más saludables, tanto en la alimentación como por el ejercicio físico.
Las tecnologías están ayudando a reducir la contaminación, restaurar los ecosistemas, proteger las especies en peligro de extinción...
Ejemplo de esto podrían ser los drones que han ayudado a detectar la tala ilegal o la caza en áreas protegidas...
Por eso este año no vamos a basar en las tecnologías sostenibles, que son aquellas que están enfocadas en los principios de sostenibilidad, aquellas que a través de la reutilización, el reciclaje, la conservación de recursos naturales y de la eficiencia energética, reducen la contaminación.
Por lo tanto, minimizan el impacto ambiental.
¿Cómo puede la tecnología reducir la contaminación?
Fuentes de energía renovable como la solar, la eólica y la hidroeléctrica: el abandono de los combustibles fósiles puede ayudar significativamente a reducir la cantidad de contaminación generada por las centrales eléctricas tradicionales. El uso de vehículos eléctricos también puede ayudar a reducir la contaminación generada por el transporte.
Y nosotros como educadores tenemos que inculcar el uso de la bicicleta, no sólo por la calidad del planeta, sino por la calidad del aire que respiramos y en definitiva loa beneficios para nuestra salud.
Esto son ejemplos de cultivar semillas de innovación y raíces digitales, siendo esta la manera de conectar naturaleza y tecnología.